Un diario ha de ser un fiel reflejo
de lo que le acontece a quien lo escribe en el transcurrir de cada día. Por
ello hoy he de confesarles que me invade una infinita tristeza. Se me fue un
amigo a quien nunca conocí. Un amigo al que descubrí cuando el pelo mí de mi ya
clamoroso cabezón era abundante y la talla de pantalones, camisas y otros
ropajes se medía con un par de cuartas menos. Luis Eduardo Aute se llamaba y
les juro que, aunque nunca le vi de frente, han sido muchas las veladas
amistosas que hemos compartido, los cigarros que nos hemos fumado y los “caldos
curativos” que nos hemos bebido juntos.
Arribé hasta su música y poesía en los tiernos albores de mi primera juventud.
Y se me encoge el corazón cuando recuerdo que fue junto a mi querido y añorado
amigo Rafa (… vendedor de tortas, aceitados, mantecados y otros compuestos
similares, amén de estudiante de Derecho con sus leyes) y a su vera, donde
empecé a disfrutar de las delicias de tan singular autor. Compramos dos
casetes, idénticas por si alguna se enredaba (… y había que reparar con el
Boligrafo BIC y el rollo del Tesafilm) en los expendedores de lo que entonces
era el Bar del Ángel y las oímos, y disfrutamos, hasta la saciedad mientras
envasábamos mantecados en el cocedero de Luis Gracia con rumbo a
Torreblascopedro. A ese pueblo de Jaén, que debía de ser muy dado a la
degustación y el consumo de tan exquisitos manjares debió de llegar, en una
ocasión (… como ocurre con el roscón de los Reyes Magos) una caja de
mantecados con premio, puesto que metimos, en nuestro juvenil despiste, una
cinta de Joan Baptista Humet en el lugar que debía de ocupar un dulce.
Y la que si terminamos oyendo a saltos( por las roturas con sus remiendos que
llevaba encima) fue aquella que por el 83 adquirió uno y grabó el otro(…
ya habíamos descubierto que no era cosa de seguir con tanto dispendio) y que
contenía el mágico concierto que este querido filipino de nacimiento dio el 5
de marzo de aquel año del señor en el Teatro Salamanca de Madrid, que tituló
ENTRE AMIGOS, y en el que contó con la inolvidable compañía de Serrat, Silvio
Rodriguez, Pablo MIlanes y Teddy Bautista. ¡Menudo elenco de los que ya no quedan!
“Después de algunos cuantos maquillajes, la vida que se cree una gran actriz,
descubre que no es más que un personaje, que muere siempre en el final feliz. Y
en este tragicómico esperpento de sombras a la busca de un guión, hay quien se
impone el rol de rey del cuento por no ponerse el traje de bufón. Y nunca
satisfechos del reparto, matamos por hacer un gran papel, jamás un figurón de
tres al cuarto porque hay que ser cabeza del cartel. Y así vamos viviendo de
acto en acto, con cascaras de gozo y de dolor, sabiendo que no habrá ningún
entreacto en esta farsa sin apuntador. Tal vez se trate, tal vez se trate, de
todo lo contrario, de huir del escenario por si nos cae el telón. Y sin teatro,
ni escaparate, vivir en el arcano, cortando por lo sano el foco de ese cañón. Y
solo ser, si puede ser, un ser humano, solo un ser humano”.
“Y van pasando los años, y al fin la vida no puede ser, solo un
tiempo que hay que recorrer a través del dolor y el placer. ¿Quién nos compuso
el engaño de que existir es apostar a no perder? Vivir es más que un derecho.
Es el deber de no claudicar, el mandato de reflexionar: ¿qué es nacer, ¿qué es
morir, ¿qué es amar? El hombre, ¿porque está hecho y que eres tú, libertad? La
idea no es razonable, tampoco el verbo fundamental. ¿Es el alma principio o
final? o armonía del bien frente al mal? ¿Qué es el amor insondable que empuja
al cuerpo a ser incógnita inmortal? El siglo está agonizando y el testamento
que va a dejar es un orden que quiere ocultar el preciso compás del azar. ¿A
que seguir respirando, si no estás tú, LIBERTAD?
Con estas letras, dignas de la pluma de un maestro, me voy a
despedir. No sin antes desearle a mi querido amigo Luis que encuentre,
aunque me consta que era algo escéptico en esas cuestiones, grata compañía de
farra por los divinos lugares que, de existir, ya ha empezado a transitar. Yo
me quedo escuchando A POR EL MAR.
Hoy, por aquello de no enturbiar el homenaje, no trataremos otros
temas. Eso sí, ya saben y tienen conciencia de que esto del enclaustramiento se
va alargando. Y es algo que me preocupa porque voy a tener que seguir
escribiendo. Buenas noches, feliz descanso y hasta mañana.
Ya van quedando menos. Se nos va parte de nuestras vidas, de nuestras alegrías, penas, alternes, discusiones, la fin y al cabo, relaciones. Un fuerte abrazo emocionado.
ResponderEliminarAsí es amigo. ¡Cuantos cubatas y cervezas nos habremos tomado escuchando sus canciones!. Se van los dinosaurios y lo que queda, salvo honrosas excepciones, no le llega ni a la altura de los zapatos. Otro abrazo. O lo dejamos y nos los damos, cuando podamos AL ALBA. Que pena!
EliminarBuen recuerdo de él. Gracias por tu música . Juana Rodríguez
ResponderEliminarGracias amiga. La seguiremos disfrutando. Estoy en ello. Saludos.
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