Como mandamientos:

Es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho para ser insignificante.
Charles Chaplin

A veces uno sabe de que lado estar simplemente viendo los que están del otro lado.
Leonard Cohen

jueves, 19 de marzo de 2020

Diario de Incertidumbres. 19 de Marzo


    



    
      Hoy comimos paella del señorito que viene a ser, según el gusto de cada cual, aquella que lleva pescados, mariscos, almejas, y lo que gusten de echarle, sin cascaras y todo pelado, para que lo del comer sea cosa como de coser y cantar. Y empezado el sofrito con sus condumios se me ocurrió, (… y es cosa a la que de un tiempo a esta parte todos nos hemos acostumbrado), lo del poner una foto en el Facebook, con lo que, al rato, me empezaron a llegar los habituales ME GUSTA acompañados de sus comentarios.
    
      Y pensé, en ese preciso momento, que incluso pasando por el siniestro calvario que estamos atravesando, aún tenemos el privilegio de sentir el calor de los amigos, aunque sea a través de algo tan insólito hasta hace solo unos años como el teléfono móvil. Se imaginan por un momento lo que hubieron de pasar los pobladores de este lugar cuando en el año de 1834 el cólera inundó de muertos el pueblo, sin las casas que hoy poseemos, sin un mísero cuarto de baño donde asearse y en muchos casos, tal vez los más numerosos, ¿sin un mendrugo de pan para llevarse a la boca? Aguantemos que esto no es nuevo.
    
     Había estado anteriormente leyendo las noticias en el ordenador. Nada halagüeñas, por cierto. Máxime cuando aquí cerca, en la vecina población de Tomelloso, veinte ancianos han muerto sin el calor de los suyos. Es algo que me rompe el alma. Y me la rompe porque esto del vivir ya me ha puesto demasiadas veces en el trance triste y desolador de ver a los míos partir. Trance duro, que lo es aún más, (… aunque no fuera mi caso) cuando no les puedes acompañar en su partida.
    
      Me entero también, (… y que Dios me libre de desearle mal alguno) del ingreso por dar positivo en este puto virus, en un hospital público, de la señora Esperanza Aguirre y su marido. Solo espero, y no creo que sea mucho pedir, que cuando se recupere tenga a bien considerar que es en un hospital público donde la están atendiendo. A ella, que mientras fue la todopoderosa presidenta de la Comunidad Madrileña no dejó de proclamar las “excelencias de la gestión privada sobre la pública”. A ella, que siempre aseguró que, aunque el servicio público sea de titularidad pública siempre debe ser gestionado por la empresa privada porque es más eficaz y eficiente”. ¿Si las palabras pudrieran ahora como habría de quedar esta insigne señora?

     Por otro lado, me dice la santa que en la China ya han controlado al bicho entre comentarios que parecen afirmar que aquí somos todos tontos. Y le contesto que, en mi opinión, España y los españoles, en según qué cosas, estamos a mucha distancia de los chinos. Es indudable que tenemos mejores jamones, del vino ya ni te cuento, y a palmeros cuando estamos de cachondeo no nos ganan ni todos los chinos de Pekín juntos. Pero otra cosa amigos es lo del todos a una como en Fuenteovejuna. Estamos hablando de la que, probablemente y con infinitas desigualdades, ya es la primera potencia del mundo. Sin un chino estornuda el mundo entero agarra, (… y a las pruebas me remito) un catarro de cojones. Supongan, por otro lado, que en esta España de nuestros amores hace un mes nos hubiesen dicho que para Fallas Y Semana Santa todos en casa. En diez minutos no más, y hasta me excedo, pide la patria entera la dimisión del presidente y su equipo de gobierno al grito de hijos de p…. Díganselo a un hijo del terruño de Mao-Tse-Tung y me cuentan si protesta y algo dice. Esa es la diferencia.
    

  También me pasó ayer que creí estar en la Nochebuena cuando vi que el Rey nos largaba con la llegada de la noche un discurso pobre e insulso, porque nada nuevo dijo sobre la lacra que nos asola y mucho calló sobre las vergonzosas haciendas de su emérito padre. Y decirles, para ir terminando por hoy, que nuevamente salimos a aplaudir al balcón en el noble empeño de homenajear a quienes se están dejando la vida en este empeño. 
     Felicidades a todos los Joses y Josefas, porque hoy se celebra su santo, e igualmente a los padres, entre los que me cuento, en el día en que se conmemora la onomástica horrorosa que les recuerda e inventada debió de ser por El Corte Ingles. Mañana veremos si es más y también mejor. Es cosa que, por ahora, dudo. 


     





    

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