Como mandamientos:

Es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho para ser insignificante.
Charles Chaplin

A veces uno sabe de que lado estar simplemente viendo los que están del otro lado.
Leonard Cohen

domingo, 25 de mayo de 2025

Gaza

     




Esta publicación tendrá muy escaso recorrido. Lo sé de antemano. Y no lo tendrá porque se da por asumido lo que en ella voy a decir, porque lo dicho ha dejado de interesar al personal o porque a los dueños de este invento no les conviene divulgar algo que va en contra de los intereses de lo más poderosos. Vete a saber. Voy a ello.

Lo que está ocurriendo en Gaza se escapa a los límites de la comprensión de una mente que se considere humana .No hay causa, pretexto ni relato bastardo que justifique el exterminio metódico y cobarde de una población civil. Ningún dolor antiguo, por legítimo que fuera, otorga derecho al verdugo a sembrar de cadáveres de niños, mujeres y ancianos un rincón cercado del mundo. Ampararse en la memoria del horror para perpetrar otro aún más obsceno es de una vileza histórica que marcará a quienes lo consienten y lo financian.

Hemos cruzado todas las líneas. Gaza no es ya una herida abierta: es una fosa a cielo abierto, un campo de tiro de 45 kilómetros cuadrados en el que una población exhausta huye de las bombas para morir bajo otros escombros. Y lo peor no es solo la masacre: es el silencio del mundo, la tibieza de quienes deberían ponerle nombre y freno, el hedor a complicidad que emana de los despachos y los platós.

La palabra "indignación" es hoy una mueca hipócrita. Sirve para apaciguar conciencias de saldo mientras los cazas vuelan y los niños mueren deshidratados bajo el polvo. El negocio de la muerte sigue funcionando, y los mismos de siempre pasan la factura.

Y sí, esta publicación apenas llegará a nadie. Porque los algoritmos la esconderán, porque hemos normalizado el espanto, porque a fuerza de mirar hacia otro lado nos hemos vuelto insensibles a la barbarie. Pero que quede aquí escrito. Que no se diga mañana que no sabíamos, que no escuchamos, que no vimos.

Que al menos no nos quede la vergüenza de haber callado como cobardes.

Sin más, porque con esto ya es bastante, que tengan un buen día en esta parte, aun plácida, del mundo. Soy con ustedes.




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