Como mandamientos:

Es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho para ser insignificante.
Charles Chaplin

A veces uno sabe de que lado estar simplemente viendo los que están del otro lado.
Leonard Cohen

martes, 27 de mayo de 2025

Bajo la sombra de Primo Levi

 



Cuando cada dio oigo las noticias y veo las imágenes de muerte, destrucción y sufrimiento que llegan desde Gaza, no puedo evitar que una sensación de desgarro me invada. La pantalla se llena de escombros, cuerpos cubiertos con mantas, llantos de madres, niños ensangrentados que ya no lloran, porque, tal vez, ni entienden lo qué ha sucedido. Y hoy pensé en Primo Levi. Me pregunté qué pasaría por su cabeza, qué palabras buscaría, qué hondura alcanzaría su mirada de testigo del horror, si hubiera tenido que contemplar esta barbarie.

Primo Levi, que sobrevivió al infierno de Auschwitz, que puso nombre y relato al horror sistemático de los campos, que escribió para que nadie pudiera decir "yo no sabía". Y sin embargo, ahora, cuando los telediarios escupen metralla y cenizas sobre Gaza, tengo la firme convicción de que a Primo Levi se le habría roto el alma. No solo por la violencia en sí, sino por la tragedia aún mayor de comprobar que quienes fueron víctimas del exterminio, quienes portaron la señal y la herida de la barbarie, están aplicando ahora el mismo mecanismo de deshumanización contra otro pueblo.

Porque lo insoportable no es solo la muerte, sino la repetición del infierno en manos de quienes una vez lo padecieron. Y así, como un ciclo perverso de la historia, se perpetúa la cadena de víctimas y verdugos. Primo Levi, que se preguntó en sus memorias si era posible que los hombres volvieran a levantar hornos, a encerrar en guetos, a condenar pueblos enteros al hambre y al miedo, tendría hoy, sin duda, su respuesta. Y sería una respuesta amarga, devastadora, la de comprobar que sí, que es posible. Que lo mismo que hicieron los nazis con él, lo están haciendo ahora los judíos con los palestinos. Que la condición humana no aprende, no se redime, solo cambia de uniforme y de bandera.

Y ante eso, solo queda el dolor. El dolor de los inocentes que mueren, y el dolor del que ve repetirse la historia con otros nombres, pero idéntica crueldad.


SI ESTO ES UN HOMBRE

Los que vivís seguros 

en vuestras casas caldeadas 

los que os encontráis, al volver por la tarde, 

la comida caliente y los rostros amigos: 

considerad si es un hombre 

quien trabaja en el fango 

quien no conoce la paz 

quien lucha por la mitad de un panecillo 

quien muere, por un sí o por un no. 

Considerad si es una mujer 

quien no tiene cabellos ni nombre 

ni fuerzas para recordarlo,

vacía la mirada y frío el regazo 

como una rana invernal.

Pensad que esto ha sucedido: 

os encomiendo estas palabras, 

grabadlas en vuestros corazones 

al estar en casa, al ir por la calle, 

al acostaros, al levantaros; 

repetídselas a vuestros hijos. 

O que vuestra casa se derrumbe, 

la enfermedad os imposibilite, 

y vuestros descendientes os vuelvan el rostro. 

PRIMO LEVI






 

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