Como mandamientos:

Es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho para ser insignificante.
Charles Chaplin

A veces uno sabe de que lado estar simplemente viendo los que están del otro lado.
Leonard Cohen

martes, 7 de junio de 2011

Algunas confesiones nocturnas.




Esta semana de duelo y quebranto toca meter la mano en el saco del recuerdo. Como este escrito es de los primeros que paridos fueron, presupongo que unos lo habrán olvidado y otros no lo conocerán. Mientras acuden las musas en mi socorro aquí queda.


    

 

    Amo la risa, me encantan las personas que ríen por cualquier cosa, aquellos que dibujan en su cara una sonrisa ante la adversidad, aunque yo no pertenezca precisamente a esa estirpe. En cambio, soy un soñador empedernido, sueño despierto y vivo en Babia y es así como viajo a lugares desconocidos y sueño con ser lo que nunca fui, ni seré, pero qué más da. Me gusta perdonar, pues no entiendo la vida sin perdón, al igual que no la comprendo impregnada de rencor, total pienso, para que odiar si este camino es muy corto. Con los años estoy aprendiendo a relajarme, a disfrutar de lo pequeño, de las pequeñas cosas que la mayoría no ve e ignora: la brisa de la mañana, los días soleados, las tardes de lluvia, en fin, tantos pequeños tesoros. Ahora estoy aprendiendo a pedir ayuda, aunque nunca me costó demasiado. Es tan gratificante bajar los peldaños de la escalera de la prepotencia y decirle a una mano amiga: estoy jodido, échame una mano, no puedo más y en contraposición, colma tanto de alegría el hacer un favor que cada vez deseo más que me los pidan. Me gusta expresar lo que siento y ello me acarrea multitud de problemas, porque siempre carecí de la mesura necesaria que me indique lo que debo decir y por el contrario aquello que debo callar, y la vehemencia en mis exposiciones me acarreó problemas y males, pero supongo que así fue y así seguirá siendo, que le vamos a hacer sí seguiré diciendo lo que pienso.

   Dicen que es bueno romper hábitos, pero a mí me cuesta infinito renunciar a mis preconcebidas costumbres: los vinitos a tal hora, la charla con los amigos, la dormida siestecita y leer, ante todo saborear un buen libro. Mi amiga Mise, bibliotecaria del pueblo ríe cuando le digo que no se puede acometer la lectura de cualquier cosa. Calcula, le digo, los libros que te quedan por degustar hasta el fin de tus días y no te saldrán más de trescientos, así que elige con cuidado porque son miles los que te quedarán por conocer, y millones las cosas que te quedarán por aprender.

 

     Tengo dos hijos, que son mis dos soles, Adrián de quince años y Amparo de doce, que a veces como padre tardío que soy, voy a por los cincuenta, me sacan de mis casillas. Me enfado, voceo y después me digo, sonríeles, habla con ellos, cuéntales tus cosas y ellos te contarán las suyas. Me gusta cantar en la ducha, sobre todo y ante todo al Sabina y a Serrat, en cambio bailar me vino largo, por ello en mis años mozos destrocé la barra de las discotecas y tal vez por eso, porque acodado en ellas escuchas y te escuchan aprendí ante todo el arte del palabrerío; reconozco que hablo como un papagayo y cargo con el  sutil defecto, que voy puliendo con los años, de tener poca capacidad de escucha.

 

     Por último y antes de decir hasta la próxima, señalar, aun pecando de presuntuoso, que me encanta recibir un cumplido, esa palabra amiga que dice  “esto querido Mauro, lo bordaste” porque para que engañarnos ¿a quién no le halaga un halago? y a la vez, quien no se siente satisfecho con un reconocido agradecimiento, por ello a la vez que me gusta cumplir aquello que prometí y terminar todo aquello que desee realizar, no entiendo, ni entenderé a todo aquel que dice que se aburre, porque al menos para mí no existe el aburrimiento y tengo la fiel certeza de que esa palabra vana está borrada de mi pensamiento, porque si algo tengo claro en este existir cotidiano es que  a lo largo de mi vida me han de faltar demasiados días para realizar todo lo que quise ver consumado.



 


    

9 comentarios:

  1. Me gusta mucho que saques cosas del baúl :) y conocerte más. Me gustan los nombres de tus hijos y me encanta estar en Babia figuradamente como tú y literalmente como siempre que puedo. Algún día también contaré cosas de Babia.

    Yo que amo a Serrat sobre todas las cosas y a Sabina como a mi misma, en la ducha prefiero cantar corridos y rancheras, algún tango desgarrado, copla o fado. Todo mal :D


    Un beso Mauro

    :)

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  2. Mauro como tú dices "lo has bordao"!.Esto de la escritura se te da de maravilla, quien sabe si no te veremos en un futuro con algún premio literario importante, la verdad, tú vales.
    Un saludo.

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  3. @Alma
    Fíjate que digo yo que por cantar, como estaba en Babia no lo recuerdo, aterricé sin ruedas ni alas el otro día en la ducha. Si te soy sincero, aunque cierto es que las musas me abandonan a menudo en esto de la escritura, también es verdad que meto la mano en el baul porque me parece que los seguidores de la factoría no hurgan en los antiguos escritos, así que de "cuando en vez" iremos rescatando posos del olvido. A un servidor le encantan los tangos de Adriana Varela, y es porque me parece que esta como ida y borracha con esa voz cazallera y amachorrada que tranzmite un sentimiento como un "quejio". Te diré que sinceramente me sentiré huerfano si como por ley de vida tiene que ser, me faltan los dos pájaros de un tiro, porque me crié con sus canciones, antes con las de Serrat, que me enseño a distinguir la vida y sus matices. De Sabina aprendí el lado oscuro de la vida, que casi siempre es el mas visible. Te mando un besote que viaja sobre una nube negra cargada de lluvia. Por estos lugares estamos entre tormentas.

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  4. @Las Recetas de Manans
    Gracias Ana. Siempre me gusto esto de darle a la palabrería escrita, afición tal vez derivada de mi pasión por la lectura, mas no dejo de ser un pobre principiante que siempre está aprendiendo. Añádele que me resulta difícil establecerme la obligación de escribir con pauta y orden y adivinaras que dificilmente llegare a ganar el Planeta. Digo este porque es el que mas cuartos reparte. Un beso y gracias por asomarte.

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  5. Mauro muchas gracias por tu visita, tu apropiado comentario,(llevas toda la razón, pues soy muy afortunada tanto con mi pareja como con el resto de personas que me rodean, además, que no le hacen ascos a nada).Un saludito y hasta otro día.

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  6. Que gracioso eres, que manera de describir una tarde-noche "churrera" en familia....,la verdad es que de dieta no serán, pero están tan buenos...tus hijos saben lo que piden,je,je.
    Pues no dudes que cuando te vea te saludaré, haber si me reconoces, por cierto, que calvos hay muchos, y aunque sea más joven que tú, recuerdo ese programa de cocina y su cancioncilla.Hasta pronto.

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  7. ¡¡¡Lo que yo digo Mauro!!!
    Eres un ciezo, absolutamente maravilloso.
    Yo otras veces cantaba mas y mejor que ahora, pero últimamente hay demasiados nubarrones negros de esos que descargan un aguacero en poco tiempo...pero estoy seguro que pronto saldrá el sol.
    Será porque hemos pasado tanto tiempo juntos, que ya solo nos falta dormir en la misma cama, compartimos devoción y admiración por estos dos dinosaurios. Tu te inclinas mas por Serrat y despues por Sabina y yo al revés, por Sabina y despues por Serrat. Pero es lo mismo, sus canciones son parte de nuestra vida, y ya sabes que siempre te comento que cuando fuimos a ver el concierto de "los pajarracos" me quedé alucinado de ver como había juntas tres generaciones de gente que se sabían sus letras de memoria... y eso seguro que es por algo.
    Bueno ciezo, ten cuidado en la ducha.

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  8. @Las Recetas de Manans
    Si te soy sincero, esto de ponerme a fabricar churros siempre me cuesta, entre otras cosas porque me como un montón y después, como con los huevos encebollados, se me sube el aceite al gaznate y tengo una terrible sensación de asco y hartazgo. Pero una vez hechos, como bien dices, no me puedo sustraer a comerme una buena parte del festín . ¡ Están tan ricos!. Un saludo.

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  9. ¿Nunca hemos dormido juntos?. Seguro que si buscas en rincones perdidos en la memoria eres capaz de recordar algun momento compartido de cama, pijama y orinal. Los nubarrones tendrán que desaparecer por muy encapotados que se presenten los días, lo importante aunque a veces parezca quimera imposible es mirar siempre al frente y no dejar que nada, ni nadie te derrumbe. Habremos de juntarnos pronto, aunque el tiempo de la lumbre y los potajes se otea lejano en el horizante. Lo cambiaremos por un baño entre abejorros y unas chuletillas a la brasa, que tampoco es mal menú. Un beso de cincuentón.

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