Me duelen tantas mentiras encorsetadas con buenas palabras que
casi siempre rozan benevolentes la sabiduría del ser. Tanto palabrerío vano de
todo aquel que puede hacer algo por aliviar la injusticia del mundo y solo
presenta un esbozo de sonrisa. ¿En qué mesas comerán todos aquellos que dejan
que más de medio mundo se desangre de hambre y pobreza?, ¿qué meritos pensaran
que hacen mientras dictan el recto proceder de los países ricos?¿Imagináis lo
que tiene que ser un amanecer en Siria o Palestina? Levantarse y tener el vacío ante
los pies, el abismo de una vida sin sentido, sin nada que te motive a caminar;
solo el odio, la impotencia, el vivir por vivir.
SIN CULPA
Nadie habla.
Nadie responde por la vida de los inocentes y masacrados.
¿Quién le pone cota al poderoso,
al sublime emperador de este mundo despreciable?
¿Quién cegará los cañones que disparan al desamparo?
¿Quién combate la prepotencia,
la imposición de la fuerza,
la ley del orgullo y la barbarie?
¿Quién?
Ayer, Vietnam, Chile, Argentina...
Hoy Palestina, piedras contra tanques
Afganistán, Irak, Siria, masacres televisadas.
Mañana, España, ¿por qué no?
Aunque eso no. Eso ya no da igual.
Sea como sea, venga de donde venga
poco importa quién y cómo lo haga.
Dictar, aniquilar, imponer.
¿Qué ley es esa que proclaman
los autodenominados salvadores de la paz
“los generosos protectores del mundo”?.
Obcecan las mentes, retuercen las ideas
envuelven con maldad los pensamientos
disfrazando con mentiras la esencia del ser,
la razón pura y sencilla de la vida.
Dicen que luchan por la existencia
y siembran por doquier la muerte indiscriminada.
Dondequiera que estés, si existes
sea cual sea tu apariencia
haz que no vendan más mentiras camufladas
imponles que traigan al mundo paz.
Paz, Dios, PAZ.
Me quiero sumar a tu lucha por un mundo de Paz y Justicia. Nos están acostumbrando a ver estas situaciones de conflictos y de guerras como algo normal, y lo que es peor, nos las venden como si fuesen necesarias.
ResponderEliminarYo, al igual que tú, no creo que sea algo Justo y por lo tanto no me resigno a mirar con indiferencia como los mismos de siempre masacran siempre a los mismos.
Nos sigue quedando la esperanza, amigo Mauro, que es mucho.
Yo si que puedo imaginar algo, muy poco pero algo porque he estado en Pakistán y se lo que es el miedo y la pobreza, afortunadamente para mi solo de visita. Algún día os contaré algo.
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