El carnaval siempre fue fiesta muy celebrada
por estos contornos. Contaba la tía María, que era una peluquera muy
reputada y peinó sobresalientes cabezas de señoras de clase pudiente, que
cuando se acercaban cada año, estas fiestas de bacanal y alegría, había un
viajante valenciano, servidor de cortes y pieles para fabricar zapatos a su
marido Rafael Villanueva, concejal del Ayuntamiento en aquellos años del ordeno
y mando, que aquel hombre estaba deseando que llegasen estos días de asueto y
divertimento, para aparcar sus maletas en la posada de Maximino y darse a la
holganza y el cachondeo durante tres jornadas en las que la noche siempre se
juntaba con el día. Los tiempos que corrían eran de férreo control sobre los
hombres y haciendas por estos desempeñadas; por eso el carnaval, fiesta pagana
y anticlerical donde todos aprovechaban la ocasión para cubrirse la cara y
ocultos mofarse de aquellos que durante el año entero les vilipendiaban,
fue prohibido.
Para evitar que las autoridades provinciales,
férreos controladores del cumplimiento de estas estrictas exigencias, tuviesen
conocimiento de su inobservancia por estos lares, trasladaron su celebración a
calles alejadas del centro del pueblo y en concreto a la de San Sebastián donde
se montaban tascas en los sitios más variopintos. La zapatería de mi padre,
(... donde solo se vendía vino, vermut, panchitos y aceitunas luneras), tiendas
de comestibles, y talleres de todo tipo, eran sitios idóneos, para colocar una
barra y vender vino a mansalva. El famoso Salón de Coronado, lugar donde
se celebraban los bailes y que multitudinariamente se llenaba de
gente todos los días. Gente que olvidaba sus problemas y desdichas a ritmo de
boleros y salsas. Entonces el sol se confundía con la luna, o lo que es igual,
el día y la noche se fundían en un solo tiempo, mientras se bailaba durante
minutos, que se convertían en horas, y horas que se prolongaban durante días
enteros.
El carnaval siempre dio lugar a la fama de muchos
personajes variopintos. Famosos fueron los Chuletas, con sus murgas y comparsas
y Dolores la del Colorín que se pintaba sola, según cuentan los que la vieron,
para disfrazarse y meterse con quien en gana le venía. La Dolores es tía mía. hermana
de mi padre, y es mujer de mucho carácter y raza. Fue mi madrina, y espanto le
debió de dar llevarme a la pila bautismal, envuelto entre trapos que
disimulaban, el escaso kilo y cuarto que pesaba. Yo nací una mañana de
principios de junio del año l961, con un mes de adelanto sobre la
fecha prevista. Parece ser que mi madre, aguantó poco la cocción y me despachó
con antelación. Ella cuenta que me tuvo como en clausura, durante algunos
meses, porque le daba vergüenza enseñar una cosa tan diminuta. Después fui
creciendo y en el día de hoy me sobra barriga por todas partes.
El carnaval, como decía, llenó de fama a muchos.
Otros, los más, disfrutaban con la llegada de estos días de asueto, porque
daban rienda suelta a su desenfreno y podían soltar la lengua, en aquellos años
en que solía estar sellada a cal y canto. Contaba mi padre, que en la calle
Cervantes, donde después estuvo la tienda de Manolito, había un bar de unos
valdepeñeros a los que llamaban Puertorricos y en aquel establecimiento
tenían por costumbre, anotar en una pizarra a los morosos que no pagaban. Así
todo el mundo sabía quiénes eran los deudores. Cuando se le inflaban las
narices al camarero y alguno bebía más de la cuenta y no pagaba, sin previo
aviso, le despachaba un par de tortazos y lo echaba a que se oreara en la
calle. Claro que también decía mi padre, que aquello lo solían hacer con los
cuatro diablos, que no tenían donde caerse muertos. Los señoritos, falangistas
de postín, bebían y debían sin que nadie les pidiese cuentas. Los dueños de
este bar, muchos años después pusieron una caseta, cerca de la verbena, el
afamado bar del Alaska donde vendían los mejores pinchos morunos que he comido
en mi vida. Los cocinaba, en brasas de carbón, un hijo suyo, que debía de pesar
cerca de los doscientos kilos y al que solo hacía falta mirarle a la cara para
pagar sin rechistar hasta la última peseta adeudada.
Mientras el parque municipal, donde estaba ubicada la susodicha verbena, se llenaba de olores a carne, a pescaito frito y a los orines de todos aquellos que deponían el agua sobrante sobre los verdes y frondosos evonimus que lo adornaba
Mauro, vas a conseguir que a mi (que, lo reconozco, no me gustan demasiado los carnavales) al final terminen por agradarme esas fiestas. Y mira que tengo familia carnavalera (ya los conoces, como diría el ínclito Bernardo Schuster: no hace falta decir nada más). Interesante lo que comentas, sobre todo porque algunos datos no los conocía. En cualquier caso yo también recuerdo cuando el Tortas era concejal y le cantaban los del Jaulón las coplillas que le hicieron con motivo de los rumberos de la Mancha. Ahora ese humor y ese reírse de uno mismo se ha perdido, y creo que es una pena, porque letras como las de antaño ya no se hacen en las murgas (me atrevería a decir que ya no se hacen letras) y los asuntos no se tratan con la retranca y cachaza de antes. Estrofas como la de la portada del Palomo, los famosos balcones, las dedicadas a la cabeza de cierto concejal... Todavía conservo algunas de esas murgas, pero son pocas. Así que no sería descabellado que este carnaval nos escanearas algunas muestras de vuestra murga, para recordar viejos tiempos de cantos en la plaza y competición reñida.
ResponderEliminarDaniel, las murgas del Jaulón, aunque su autor real es El Bajillo, son con diferencia las mejores que se han compuesto en el pueblo y te lo dice uno que compuso todas las de Los Polichinelas, pero hay que reconocer que la sutil ironía que mostraban era inigualable. Si tuviera que quedarme con una, sería con las estrofas que hicieron acerca de las sillas que alquilaban para los velorios en El Pato que era una maravilla o la de Picasso con la música de la murga de los Currelantes de Carlos Cano. Un servidor consiguió con el paso de los años sacar estrofas memorables aunque sin el hilván de que Jose Antonio era capaz. Hay otra de cuando se vistieron de pájaros que con maestría va nombrando a todos los que tienen en el pueblo apodos de volatiles y es única e irrepetible. Otras a resaltar son las de Calostro que eran compuestas por El Facha y que también son buenísimas. Las tengo todas, solo es cuestión de escanear, pasar a PDF y colgarlas en Internet(... espero que no me pidan derechos de autor), aunque nunca he colgado archivos en la red. Si lo hago y no acierto te pido socorro. Un saludo.
Eliminar:) Mira que me gusta el carnaval, el antroído, dicen en mi tierra. Soy un poco como La Dolores; he sido hurí del harén, monja perversa, sota de espadas(bueno, de espadas al principio, luego de copas. Muchas)chica charleston, negra zumbona,vaca lechera, guardia civil, angelito querubín (que frío pelé) pulpo en su cazuela, falete, chino mandarín...ya ni me acuerdo. Mi disfraz favorito lo hice con dos bolsas de basura, que resultaron estupendas calzas y jubón, lápiz de ojos para pintarme la barbita, un folio enrrollado para la golilla y unas gafas viejas de mi abuela y en menos de cinco minutos era don francisco de quevedo, la melena era mía, la cojera también porque me pisó una vaca burra vestida de maria antonieta y anduve patistebada(palabro de pronta incorporacción, O al menos eso espero) una semana larga.
ResponderEliminarEste año...ya pensaré algo
Un beso, Mauro
Alma del alma mía, que gusto poder comprobar que su apéndice dedatil se encuentra en perfectas condiciones y ya puede presto tecleear nuevas palabras. Compruebo que, al igual que un servidor, es usted perejil de todas las salsas. Es lo que tiene el ser abierto y dicharachero, que no le hacemos ascos a "na". La verdad es que para mi, fueron años inolvidables y no me importaría repetirlos,de hecho si puedo y tengo la ocasión me pongo algún disfraz del baul de los recuerdos y me lanzo a la calle como un indio. Eso sí, siempre con peluca, que al menos una vez al año me hace ilusión verme con pelo. Un besazo y como parece ser que solo te queda subir en globo, si lo haces me avisas...
EliminarHola mon ami yo que nunca fui muy carnavalera tengo que decirte que al igual que mucha gente esperabamos con intriga como nos ibais a sorprender ese año.Erais buenos muy buenos marisa.
ResponderEliminarYa sabía que lograrías acertar en esto de los comentarios, que se yo que es usted aviesa y avispada. La verdad es que sin querer pecar de presuntuoso, y te habla, (... según mi "santa", que nunca reconoce que gracias a mis composiciones y las músicas del Testón sacabamos cuartos "pal" cachondeo), el menos "graciosillo" de la murga, eramos buenos,¡que cojones!, muy buenos. Ademas entendíamos el carnaval con la ironía y mala leche que hay que entenderlo y si no que se lo pregunten al pobre Camy, que un poco le hice penar, aunque después me las iba guardando.
EliminarCuando comentes, pincha en responder como, nombre,(... no tienes que poner nada en URL), envias y sales con tu nombre directamente. Un abrazo y salud amiga mía.
Puse responder como y es comentar como....
EliminarHola mauro POR FIN LO CONSEGUI!!!!!! ahora si que me siento parte de esta familia jajjaja saludos y un abrazo mon ami marisa
ResponderEliminarSí, aquellos carnavales...quedan ya lejos, pero creo q solo desde la inocencia y la lejanía del poder...podían escribirse esas estrofas tan ironicamente acertadas...por eso ya pasó el tiempo del Jaulón, una pena q las nuevas generaciones no "se mojen".
ResponderEliminarPerdona Mauro el intrusismo pero, si me lo permites me gustaria seguir visitando esta factoria...aunque luego nos veamos por la calle y ni nos miremos...¡cosas de los interneses!
Fíjate, que aún dentro del poder, si te refieres a los años en que fuimos, tanto el Bajillo como un servidor, ediles del corral y sus ovejas, al menos este mortal continuó componiendo las murgas Polichinelas, cuestión harto difícil pues había de criticar lo que hacer hacía en las cuestiones municipales, con el consiguiente cabreo de los que a mi lado estaban y tener contentos a los integrantes del carnavalero grupo que siempre me decían que " desde que me picaba el culo, me había vuelto muy blando". De cualquier manera, es verdad que aquellos carnavales tenían otra salsa, Ahora es cosa más como de fastos y desfiles, alejados del verdadero sentir del carnaval. Y decirte, que de intrusismo nada. A un servidor le encanta observar como esas celdas en las que pone seguidores se van llenando y en cada artículo van llegando nuevos comentarios de gentes. Si nos vemos en la calle y ni nos miramos, es asunto que puede ser solucionado diciéndonos quienes somos, aunque de cualquier manera y en este caso, es usted quien elige lo que hacer quiere que hagamos. De cualquier manera un gusto y un placer acogerla en esta pobre pensión de decires y relatos .... Un abrazo, ¿Luciapal)
EliminarMi querido señor Navarro, dentro de esas similitudes entre ambos y entre nuestras vivencias, surgen un par de ellas nuevas cuando yo hace un par de día creí que estábamos en carnaval cuando me pusieron de tapa dos filloas en el bar.
ResponderEliminarY lo otra es que yo igual que tú, tengo una tía también peluquera y que mira por donde también se llama María y era empleada de una prestigiosa peluquería que si por algo se caracterizaba era por peinar cabezas de gente de prodigio.
En fin, espero que esto no sea más que una simple coincidencia, pues a decir verdad no me esperaba yo y a ello me opongo, que mi media naranja esté casado y al igual que un servidor use calzoncillos.
Un saludo y nos leemos
Pues fíjese Don Manuel, que las coincidencias continúan y le cuento. Como bien dice coincidimos en las tías peluqueras, lo del aparente despiste en el asunto de coordinar las fechas con precisión, en los problemas matrimoniales que el insomnio provoca en nuestra marital convivencia con "la santa"(... un servidor lleva tomando pastillas para quedarse "cuajao" desde que el mundo es mundo) y otra mas, importante, de la que fui conocedor a fuerza de leer ávidamente sus escritos, y que viene a ser la que asevera que su merced hace sus necesidades urinarias sentado plácidamente en taza o retrete que se precie, cuestión esta que este mortal cumple a rajatabla para poder hacer la evacuación con precisión y exactitud, no vaya a ser que el chorro se desvíe y queden manchados suelos y azulejos con el consiguiente sermón de la misma que se cabrea las noches de insomnio interminable. Un gusto haberle descubierto, en ello tiene que ver mucho el bueno de Senovilla, y un placentero placer leer sus escritos que me sirven de bálsamo curativo en este perro vivir cotidiano. Un saludo y nos seguimos leyendo...
EliminarNo tome usted señor Navarro como una declaración amorosa lo que a continuación voy a decirle, pero creo sinceramente que ambos estamos hechos el uno para el otro y que de esta relacion surgira una amistad, y repito que de amistad simplemente pues de mal pensados está el mundo inundado, y para despejar dudas y que los mal pensados laven su sucios pensamientos, casi me arriesgaría a asegurar que aparte de nuestras casuales coincidencias y de las cuales queda constancia escrita hay otra que a buen seguro compartimos, siendo esta que pienso que a usted no le atraen los hombres con barba al aigual que a mi tampoco los que tienen el pecho peludo.
ResponderEliminarUn saludo
La verdad, amigo Manolo, es que nunca lucí barba, ni tuve exceso de envidia por los que la lucían. En cambio, si habrá de ser motivo de controversia el asunto de ser un servidor hombre de cuantioso pelo en el pecho, que por otro lado bien me pudiera nacer en la mollera, en vez de parecer, como a perpetuidad, que fui bautizado con SALFUMAN.
EliminarEs por ello, que aflorando el mes de Mayo, tengo por costumbre meterme en el cuarto de baño y con menos indumentaria que luce Tarzán de los monos, proceder al total rasurado del pelaje sobrante con el cortapatillas de mi afeitadora PHILIPS, modelo del año en que meaban las gallinas.
La última vez, me pilló mi hijo en plena faena y sorprendido al ver la cantidad de pelo acumulado en suelo, lavabo y otros enseres varios, (... para horror y cabreo de mi santa), presto se ofreció a pegarme los susodichos en la testuz con pegamento y a fe mía que si lo dejo me los clava con SUPERGLU, en un abrir y cerrar de ojos. Otro saludo de vuelta, este manchego y con un frio de tres pares de huevos...
Seguimos querido amigo Mauro, conociendonos poco a poco y observando que cuanto más lo hacemos más nos parecemos, pues es costumbre casi habitual de un servidor maldecir y blasfemar al comprobar que en mi pecho y desde que brotaron siguen luciendo y cada vez más, porque se me están volviendo blancos, la docena y media de pelos del que no cae ni uno aunque me tire de ellos, cosa contraria a lo que ocurre en mi mollera a la que la que con la simple caricia del peine le resto cada día unos cuantos, hecho por el cual y para disimular me rapo al cero al llegar la estacion estival.
ResponderEliminarLe digo señor Mauro, y se lo digo porque se me está ocurriendo, que podría ser buena idea que tanto usted como yo compartiesemos experiencias de otra manera, la cual para evitar suspicacias y miradas sucias, podría ser en forma de entradas en uno u otro blog, pues fíjese que ambos tenemos uno, la cual quiere decir que hasta en eso coincidimos.
Un saludo
Joer señor Navarro, las coincidencias siguen apareciendo a raudales después de echar un vistazo a su perfil.
ResponderEliminarCamarero como mi padre y del Atleti como mi corazón.
Yo creo que sí, que usted debe hablar con su santa y yo con mi sargento y formalizar nuestra relación.
La leche Manolo, solo falta que también seas adicto al Sabina y a Serrat, para rizar el rizo y hacer bueno el dicho de que cada uno tenemos copia aparente transitando por estos mundos.
EliminarPues sí, fíjate, camarero a mi pesar, durante más de treinta años, sobre todo porque es este oficio como de esclavos, donde siempre se va como a contracorriente y que aun así, con el paso de los años terminé asimilando y eso sí, del Atletí desde que me salieron los dientes y José Eulogio Gárate Ormaechea metía goles como soles, que ya hace como más de un día, y antimadridista hasta la médula, (... no se me vayan a mosquear los merengues aficionados, que solo lo digo de corazón) y desde que sale el sol hasta el ocaso.
De formalizar relación, si es de pareja de hecho, mal que
bien me lo pensaría, porque si trata usted de volver a pasar nuevamente por la vicaria, la verdad es que no está mi ajada osamenta para trotes de tal calibre.
En cuanto a lo de compartir mesa y escritos, cuando guste en tiempo y forma, aunque ya le advierto de antemano que son muchos de mis lectores, gentes de muy recto proceder, así que contención amigo Manolo, muchísima contención. Un abrazo desde esta tierra del Quijote de cuyo nombre, hoy, no quiero acordarme-
Aunque banales parezcan, curiosas si son al menos tantas coincidencias, creo humildemente que a mi entender, deberían fijar (al menos) fecha y hora para conocerse mejor, y si puede ser en profundidad, aunque como ya se ha comentado, algunas mentes sucias se irán, -como poco- por los cerros de Ubeda. Felices coincidencias de personas que, al menos comparten en esta sociedad agitada algo en lo que se puedan identificar.
ResponderEliminarSaludos y..a seguir caminando, que aunque el hueso está duro, el perro no tiene prisa.
YA VE USTED DON PEPE LO SORPRENDENTE QUE ESTE ESTA VIDA Y QUE EL MUNDO ES UN PAÑUELO COMO YA SOLO DICEN LOS MOCOSOS QUE AUN NO DESCUBRIERON LOS CLINEX.
ResponderEliminarSABIO CONSEJO EL DEL PERRO POR CIERTO, AUNQUE A MI MODO DE VER TAN IMPORTANTE ES QUE EL PERRO SEA PACIENTE COMO QUE SE LE MUEVA EL RABO, PUES CREO QUE POR TODOS ES SABIDO QUE CUANDO MUEVE EL RABO ES PORQUE QUE ESTA CONTENTO O VICEVERSA.
UN SALUDO