Has llegado hasta el blog de Mauro Navarro Ginés. Un cuaderno de bitácora donde se tratan los asuntos de la vida a través del poso añejo que dejaron los recuerdos sin nostalgias, las cotidianas reflexiones y sus diarios aconteceres. Si gustas, estas en tu casa. Siéntate a la mesa, busca y encontrarás .
Hoy hice mía y le puse voz a la carta que el gran cómico George Carlin
escribió poco tiempo después de fallecer su esposa. En ella queda expuesto y
desnudo lo que debiéramos hacer y habríamos de desechar, en mi humilde juicio,
para andar dignamente por este camino llamado vida.
Poco puedo decir, pues palabras no me salen y sí sentimientos. Gracias por hacerme llegar estas reflexiones con voz,que seguro no dudas que comparto. Con ellas compañero, no quitas calles, pones. Un sincero abrazo.
ResponderEliminarComo ahora me cuesta emprender la palabra escrita me a dado por darle la taba a mis congéneres con pensamientos hablados. Supuse que te podría gustar. Por ello te lo envié. Seguiré poniendo calles siempre que fuerzas tenga. Un gusto recibirte.
EliminarDesolador. Es una pena que de este texto solamente hayan trascendido a la desilustrada cultura social los dos últimos renglones. Aunque no me gusta cuando un escrito gira en torno a una sola estructura en conjunto, por separado se obtiene un conjunto de auténticos dardos. Y duelen, como duelen todos los que son duros y reales a la vez.
ResponderEliminarMuy buena elección y enhorabuena por el resultado
No por haberlo leído hace tiempo, no deja de ser desgarrador y verdadero, y así nos va.
ResponderEliminarCierto es, amigo Pepe, autentico como la vida misma. Un saludo...
EliminarNo os puedo aportar ni una sola palabra, excepto mis mas cordiales saludos.
ResponderEliminarsublime no sabia de esta carta pero me a parecido muy autentico y biene al pelo ,que mania tenemos de apreciar-nos y no demostrar nos lo como em pe queñecemos .
ResponderEliminarcomo si empre queridisimo primo muy acertado fuerte abrazo .........
Aquí se demuestra, querido primo, que en lo pequeño anida siempre lo autentico. Un abrazo y perdona la tardanza en contestar...
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