Soy consciente de que en los días de fiesta que están por llegar, se
mezclan sentimientos y emociones. Por ello, mientras unos bullen alegres y
contentos con la llegada de tanta celebración, otros sienten retortijones de
tripas ante la sola mención de la conmemoración preestablecida. A un servidor
lo que le gusta de estas señaladas fechas es la sensación, tal vez banal e
inconsistente, de que el aire que se respira es más puro y al menos por un
tiempo exiguo hay deseos, aunque parecer puedan ficticios, de dicha y
felicidad.
Con ello me basta y sobra, así que a tod@s y sin
distinción quiero desearos felicidad, salud, amor y trabajo, que, a fin de
cuentas, y estando como está el patio, son motivos suficientes para estar
ufanos y alegres. ( ... y si nos toca la lotería, tampoco le haremos
ascos).
En estas tierras manchegas se da mucho la
conmemoración del día de la Nochebuena y ya desde la más tierna adolescencia
empecé a rememorar con conocidos y amigos la llegada del mesías en lo que
venimos a llamar por estos lares zonga, que no es otra cosa que la junta en
reunión, bajo el techo de cualquier cubil, casa o guarida, para comer y beber
desde la anochecida hasta los albores del alba. La primera zonga (… en
Valdepeñas, mas monacales y eruditos, llaman a esta juerga maitines) de mi vida
tuvo lugar en la cocina de Juan de Dios, el abuelo de un amigo de la infancia.
Pueden imaginar, les estoy hablando a lo poco más o menos del año en que murió
el innombrable o lo que es igual del 1975, que con los 14 años por cumplir y en
tiempos tan poco dados a la soltura de vidas y haciendas, advertencias,
consejos y avisos primaran en la mente de mis queridos progenitores a la hora
de dejar por vez primera al vástago primogénito una noche entera sin control y
a su santa bola, aunque bien es cierto que una sola mirada de mi padre era
válida y concluyente a la hora de saber, “mu bien sabío” ,
todo lo relacionado con el camino a seguir en hechos y comportamientos.
La velada trascurrió a la perfección en aquella
primigenia celebración, hasta que alboreando el día y de vuelta a nuestros
hogares, el ser primitivo que anidaba dentro del camarada Manolo desató sus
fueros incontrolados, llevándole a emular, con detalle y precisión, a los atletas
de las olimpiadas que se habían celebrado en Múnich, cuando se puso a saltar
sobre los techos de los coches de los señoritos que estaban de parranda en el
casino y que había estacionados desde la esquina de las Loritas hasta la puerta
de Gloria López, con tal estrepito y algarabía que la llegada de los
municipales con Casimiro “El Mella” a la cabeza fue cosa como de coser y
cantar. Si algo achacable tiene la vida en el pueblo es que todos son conocidos
y a todos se les conoce, por lo que el asunto de la identificación de personas
y personajes fue cuestión de segundos y la denuncia, en aquellos tiempos no
valían excusas y arrepentimientos, se hizo extensiva a todos los integrantes
del grupo.
Ante la gravedad de los acontecimientos
relatados,(… aunque después todo quedó en agua de borrajas), pueden imaginar
que la subida de las escaleras de la casa de mi infancia en aquella fría
amanecida de Diciembre, se tornase como se dice en el pueblo, asunto de “trago
y tragantá”, por la simple razón de dos cuestiones bien diferenciadas: una, la
que me llevaba a rebelarme contra la injusticia de ser acusado del delito no
cometido y otra, la que más me escocía en los adentros y que me llevaba a
cavilar si los creadores de mis días vendrían a pensar que no era digno
merecedor de su confianza.
En los años que siguieron las celebraciones se
trasladaron a los escenarios más variopintos. Desde la casa que en la calle del
Marqués de Mudela tenía alquilada Juanito Lázaro, tendero de renombre y
padre de mi amigo Juan Carlos y que en tiempos actuales, acoge entre otros
inmuebles, el bar-cafetería del “Orejillas” donde degusto sabrosas tapas
regadas con botellines fresquitos, hasta la cocina centenaria de la abuela de
Virtudes e Isidoro Bravo, protagonista estelar de los Divinos Asuntos. Fue entonces cuando hizo su aparición en
escena, venido desde las opulentas tierras catalanas, mi amantísimo primo
Antonio que es como un calco aproximado del menos agraciado de los Hermanos
Calatrava, aquel que cuando se ríe le llega la boca de oreja a oreja
y que una vez comprobado el boato festivo con que se celebraba en estos lugares
la venida del mesías, (… aunque debió ser por las santacruceñas, los
cubalibres y el vino), no hubo de faltar durante años a tan especial
conmemoración. Y allí, durante aquel tiempo maravilloso de pandilla y
enamoramientos, arrobados, escuchando los acordes empalagosos y bellos de
Cat Stevens y las baladas, adoradas por nuestras féminas amadas, de un duo de
almíbar llamado Pecos, entre arrumacos y toqueteos, (…nunca más, pues el solo
roce decían que embarazaba), continuamos celebrando Nochebuenas a mansalva.
Por entonces el fin de año tenía su dosis de
apogeo en la discoteca Lord Jim regentada por dos valdepeñeros que se hicieron
de oro. Baste decir que al terminar la Nochevieja y aflorando el año nuevo,
después de las campanadas, una marea humana inundaba aquel lugar desde la pista
de baile hasta los urinarios de la entrada, sembrando de cabezas, efluvios y
sudores aquel ambiente enrarecido, mientras eran degustados cubalibres de
ginebra y whiskys de garrafón que podían reventar sin compasión al mas “pintao”
la mollera.
Debido a la
apertura de la anteriormente citada discoteca, el añejo Club Septum ,
ubicado como sabemos los entrados en años y canas, en la plazoleta de Andrés
Cacho entró en un irreversible deterioro llevando esta circunstancia a su
irremediable cierre y fue por ello que hubimos de pedir con cautela, sigilo y
moderación (… no era el alcalde Antonio Cobos, hombre de muchos remilgos), que
nos fuera concedido este local como lugar de ensayos en nuestro quehacer
teatral. Y concedido el deseo, había de ser también aquel icono de celebración
festiva y territorio en el que generaciones de santacruceños habían bebido al
son de los ritmos acompasados de Queen, Los Rolling Stones y Peter
Frampton , mientras se metían mano oyendo el Wish You Were Here de Pink Floyd, lugar
donde continuar con nuestras farras navideñas volviendo de alguna manera a
revivir el vetusto club la vieja gloria vivida en décadas anteriores.
Mas como no hay
bien ni mal que cien años dure, (… ni cuerpo que aguantarlo pueda), jodiose el
invento el día en que nos fue comunicado que con prisa y sin pausa habíamos de
abandonar el lugar porque su derrumbe era inminente, habida cuenta de que en el
mismo solar se pensaba edificar la Casa de la Cultura y la Biblioteca
Municipal. Y de esta manera precipitada nos tienen otra vez, amables lectores,
pidiendo como mendigos de barba rala en la Gran Vía madrileña nuevamente al
alcalde Antonio, (…Camy, para los amigos), nuevo lugar donde desarrollar el
oficio del arte y el ensayo, siéndonos concedido después de variados encuentros
y encontronazos lo que haber había sido el Bar de Los Revoltosos, ubicado en
una de las esquinas de la plaza de la villa. Cual nómadas gitanos de la lejana
Rumanía volvimos a mudar enseres, trastos, utensilios y bártulos al mencionado
lugar donde casi fenezco en plena juventud, (…pero esa es otra historia), y una
vez emplazados y dispuestos llegaron nuevamente los días en que se canta hacia
Belén va una burra y decidimos que era acertado celebrar el repetido nacimiento
de la criatura en la nueva sede concedida.
Aquí fue donde
las argucias en cuestiones de sonido hicieron que el amigo Lorenzo, de apellido
Molina como el cantante jilguero, dispusiese con plato de discos, mesa de
mezclas y casetes varios una artesanal discoteca, mientras este cansino
escribidor grababa cintas a discreción, que aún conserva, con canciones del
Último de la Fila, Duncan Dhu y los Nacha Pop, (…entre otros muchos olvidados),
que mezclados con el Del Sur a Cataluña que cantaba Tijeritas hacían las
delicias de los bailones integrantes del grupo, aunque justo es reconocer que
llegado el momento culminante y con los efectos de las bebidas y sus
compuestos, siempre llegaba la petición clamorosa del pasodoble Islas Canarias,
que era bailado por la totalidad de los celebrantes entre tumbos y mareos. En
una de estas celebraciones hizo aparición un espécimen de difícil catalogación
venido del Castellar de los pucheros, integrante de un grupo teatral de aquel
perdido lugar y de nombre Aniceto que le daba con fruición al asunto de los
porros. Un servidor, que nunca fue dado a este menester, le dio aquel día por
fumarse un canuto de parecidas dimensiones a los que con placentero deleite
fumaba extasiado Bob Marley en la portada de sus discos y puedo asegurarles
apreciados leedores, que casi perezco en el intento, pues la mezcla de los
compuestos bebidos con aquel cigarro inmundo extrajo de mis tripas hasta la
última papilla que con paciencia y buen hacer habíame dado mi madre en los días
de criatura ochomesina.
Casados estamos
ya, el tiempo trascurre con premura y sin piedad, y van llegando los primeros
descendientes con lo que la fiesta navideña se traslada a la huerta de Fu-Fú,
que no es chino aunque parecerlo pueda. En aquel lugar acogimos en una de
aquellas noches de paz a un argentino pianista, con más costras que un galápago
y la sabiduría de Einstein, (... “pa” su prima el pisto), del que
nunca supimos procedencia concreta, ocupación, ni destino y que vino a
metérnosla doblá como se dice en la villa, pensando que eran
pardillos, siendo avezados y listos, estos habitantes de pueblo llano. Allí, al
albor del amanecer de un día de navidad, nos pusimos a elaborar churros caseros
un servidor y su amigo del alma José Testón . Amasados los ingredientes de
manjar tan exquisito, caímos en el detalle de que churrera no había y prestos,
(…siempre fuimos resueltos y de rápidas decisiones), fabricamos un artilugio
con una botella de plástico vacía, hicimos un agujero en el tapón y apretando
hasta casi la defecación, conseguimos que el harinoso mejunje cayese en el
hirviente aceite de la sartén y fue tal el pedo que pegó el compuesto, que
pegado quedo en el techo cual perenne estalactita.
Acercándonos al final puesto que hora va siendo, habremos de decir que todo acaba en la vida y por ello estas añoradas fiestas entre amigos y compañeros han ido tornándose en asunto más recogido y de familia. De esa manera, como bien dice el refrán, cada mochuelo retornó a su olivo y en estos tiempos presentes la llegada del niño Jesús, (… que comedido me he vuelto), es celebrada con los más allegados y cercanos sin que por ello tenga que faltar el oportuno momento en que aparece por la casa algún antiguo pájaro volandero con quien degustar unas gambitas y un tinto de la tierra, terminando por cantar, por decir algo y poner punto final, el conocido cantar del Hacia Belén va una burra.
Es que las Navidades pertenecen al País de nuestra Infancia.Ya no están nuestros seres queridos,pero nos quedan los tesoros de los recuerdos.Aquél primer arbolito que adornábamos con imaginación y recubiertos con los papeles dorados de los chocolates que nos habíamos comido.Nunca volveremos a tener aquel pesebre que nuestra Mamá hizo con pasta de papel y corazón de viejos globos.Cordiales saludos para Mauro y todos sus lectores, y a recibir el 2012 con optimismo, a pesar de todo !
ResponderEliminarTú si miras detenidamente la letra de hacia belén va una burra...es sospechosa, yo creo que es una apología clara de San Canuto :D, que se ve que no te cuenta entre sus fieles. A mí sí. En tiempos fui mayordoma mayor de su orden santísima...ahora ya no, pero no porque una no quiera :D
ResponderEliminarFeliz Navidad, Mauro, que sepas que no podré volver a hacer churros(ni porros) sin acordarme de ti :D
Un beso
¡¡Hola!!Pues yo te deseo Mauro y demás personas que participan en este delicioso blog, unas ¡¡FELICES FIESTAS!!. No participo nunca pero lo sigo, y quiero decirle a Mauro que escribe muy bien, da gusto leer muchas entradas,por estilo y también por esos recuerdos que a todos nos une, o mejor dicho, a muchos nos une.
ResponderEliminar¿Será porque en Santa Cruz de Mudela,Valdepeñas,Almagro no se come bien?, se come ¡¡estupendamente!!, además de haber un paisanaje digno de ver y mú buena gente!
Desde el Sur, ¡¡¡FELICES FIESTAS!!
Saludos muy cordiales
Reyes
Pdt.-Aviso: con los recortes este año la misa del Gallo la harán con Avecrem.(para el que pueda estar interesado...)
Muchas gracias por tus palabras Mauro, la verdad es que si que me gusta mucho la repostería, pero de hay a poner una confitería....no creo que de para tanto, y como bien dices, no me ha tocado la lotería...
ResponderEliminarFeliz navidad a tí y a los tuyos.
FELIZ NAVIDAD A TODOS.
ResponderEliminarComo es natural cada uno tiene unos sentimientos y vivencias particulares pero que en muchas cosas coinciden con las tuyas, al ser de una generación similar a tí. Yo quisiera decir aquí que hagamos todo lo posible porque esta sensibilidad especial de bondad , alegría, generosidad dure y dure...todo el año.
@Beatriz Basenji
ResponderEliminarYo compraba un belén recortable de papel con todos los integrantes del portal y sus alrededores y los iba pegando uno por uno en una plantilla que ya venía preparada. Después cortaba hierba, buscaba piedras y lo completaba. Por ello intento conservar ilusión al celebrar estos días en los que mientras podamos y el cuerpo nos deje abundará el buen vino y las sabrosas viandas. Un abrazo y gracias siempre por parar en esta estación.
@alma
ResponderEliminarNunca me había parado a pensar en el asunto de la letra pero leída con atención creo que llevas toda la razón. San Canuto no me tiene entre sus fieles pero tampoco ocupo lugar entre sus detractores, por la sencilla razón de que siempre fui de la opinión que con su atinamiento y mesura todo es probable y muy poco censurable. En estos lugares de vino y farra siempre fuimos mas dados a coger cuantiosos pedos con materia bebible y cierto es que quien tuvo retuvo y guardó para la vejez que aún quiero sentir lejana pero que poco a poco se va acercando. Un saludo, dos besazos, uno en cada lada de tu rostro, y el deseo de que este año que auguran de desastre sea al menos benevolente.
@Anónimo
ResponderEliminarEl paisanaje, que supongo extendido por cada lugar del mundo mundial, es lo que más me gusta saborear en la vida, sobre todo el que abunda acodado en la barra de los bares y ese en esta tierra es único e irrepetible. En misa se da la paz y cada uno se va a su casa, en los bares gastas la pava hablando con uno y terminas bebiéndote unas cañas a su lado y cantando Desde Santurce a Bilbao si es necesario. Espero verte mas a menudo por esta tasca de relatos con sabor a vino amargo, aunque no consigo saber que Reyes eres. ¿No serás Melchor?. Un abrazo.
@Las Recetas de Manans
ResponderEliminarAnnimate y aunque sea repartes los dulces en moto como los de telepizza. Mis deseos de paz y felicidad extensivos a todos los tuyos.
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ResponderEliminar@Anónimo
ResponderEliminarNo sería malo que este cuento navideño se hiciese extensivo durante toda la vida. Sería la muestra evidente de que no es la parafernalia de estos días, preestablecidos como de alegría de antemano, lo que triunfa sino el hacer y repartir, día tras día, amor y generosidad sin mesura. Pero eso resulta mucho mas complicado. Saludos, abrazos y te doy una llave de la puerta de esta casa que te espera siempre que lo desees.
Fíjate Mauro, que siempre que te leo me traladas a una etapa de mi vida. En este caso ha sido a mi niñez. Mi Belén también era recortable. Aún recuerdo algunas de sus figurillas, y lo feliz que era yo colocándolo en una pared del portal, con esa maravillosa gruta de papel que yo le hacía,incluyendo los copos de nieve de algodón.
ResponderEliminarComo siempre gracias Mauro.
Felices Fiestas a todos.
@olaya
ResponderEliminarRecuerdas, comprábamos aquellos Belenes birriosos de papel porque no teníamos dinero para uno decente. A mi me costaba sudor y lagrimas conseguir las pesetillas para el portal, el pegamento y la cartulina. Pero éramos felices con tan poco, aunque la verdad en la vuelta a aquellas penurias la añoranza no me invade. Un abrazo y que seas feliz.
Mauro te deseo que seas muy feliz en este nuevo año 2012 , y todas esas cosas que se dicen, (que tengamos salud, paz, trabajo, amor............) pero sobre todo que podamos seguir leyendo tus escritos,( siempre te lo digo)sigue manteniendo bien esa cabeza pensante y esa mano que relata todo lo que recuerdas, pues nos haces pensar en tantas cosas agradables de otros tiempos nuestros.
ResponderEliminarGracias Mauro.
Un saludo para ti y tu famila
Pilar
@Anónimo
ResponderEliminarGracias Pilar por tus buenos deseos. Esta cabeza de sesera débil seguirá pensando mientras le queden recuerdos que recordar y hechos acontecidos para contar. También seguiré con mis reflexiones, para ir dándole diferentes tonos al asunto y habré de continuar con las recetas culinarias que se quedaron atascadas en las migas del pastor. Solo necesito tiempo, constancia y menos perrería acumulada. Feliz año para ti y para los tuyos.
Mauro es una delicia, el leerte, eres un cielo , gracias, te deseo un feliz 2012 para ti y los tuyos, y que a todos nos deje, salud trabajo y amor...
ResponderEliminar@victoria.
ResponderEliminarGracias Victoria. Sin gustarme los bichos volátiles me vas a hacer que me suba el pavo. ¡Ves como lograste poner los comentarios en el blog!. En esta vida todo es cuestión de tesón y constancia y de eso anda su señoría sobrada. Felices deseos y augurios para este recién estrenado 2012.