Llevo un tiempo viviendo de las rentas. Y es por ello que, mientras aclaro cuerpo y espíritu, voy echando mano del baúl de los recuerdos y de algunas cosas que me dio por ir acometiendo cuando tenía las fuerzas justas. Y es ahí donde nacieron estas grabaciones. Unas veces con textos propios y otras, como en este caso, con la aportación escrita de Rafael Amor, de quien es el texto recitado y que también hizo famoso, a su manera y con maestría, Facundo Cabral, un ser humano extraordinario que clamó por la verdad y la justicia hasta que unos desgraciados le cortaron la voz a tiros.
Mi noble amigo Mauro, es triste ver el mundo desde la penumbra de una cueva; hay que salir afuera y ver las miles de formas de vida que el mundo nos ofrece. Desde esta ventana -te doy las gracias - nos pones el jardín de los sentimientos mas indomables, el nervio y la raíz para capitanear la revolución de nuestros corazones. Juan José Guardia Polaino.
ResponderEliminarLlevas razón Juanjo. Lo malo es que a veces las luces se apagan y es complicado ver la puerta de la cueva cuando te encuentras sumido en sus adentros. Pero habrá que pugnar por encontrar esa luz que ahora anda en exceso apagada. Gracias por tus hermosas palabras. Me sirven de aliento y sustento. Un abrazo, buen amigo
EliminarMuy bonito Mauro. Ya sabes que me gusta mucho Alberto Cortez.
ResponderEliminarValla palabras tan bonitas que te dedica el amigo Juanjo. Hazle caso y aprovecha ventanas como esta para salir al exterior de esa cueva.
Un abrazo.
Los dos sentimos pasión por este argentino que se vino para España. Y Facundo Cabral, su compañero de canto tampoco le va a la zaga. Cierto es que hermosas son las palabras del amigo Juan Jiosé, no en vano es poesta consagrado, y cierto es que ahora por diversas causas, tu lo sabes bien, me cuesta ver el final del túnel. Supongo que todo llegará. Gracias por entrar.
EliminarQue bien recitas so jodio, da gusto oirte, seguro tu no lo sabes, pero yo te lo digo, no soy muy letrada, ni se espresarme tan bien como bosotros los poetas, pero me encanta la poesia, desde niña me inculco ese gusanillo mi padre. y ahora a mis años la poesia es para mi, una de mis lecturas favoritas. Y te dire que somos muchos los que sentiamos pasión por Cabral. Yo dedique, y dedico, mucho tiempo a saborear su vida y milagros, que buenos momentos pase y paso, leyendolo, y que rabia siento, cuando pienso como murio, al igual que con Miguel Hernandez y tantos otros sigo pensando como cuando era niña, como puede alguien matar algo tan bello,
ResponderEliminarPerdona las v y las b se pulsan como quieren en la M. de teclado que tengo, en cuantito pueda lo tiro. jejeje, julio dice, que mire a la pantalla cuando escribo, y no al teclado. Pero lo dicho, no se!!!
ResponderEliminarPareces mi madre Victoria porque me llenas de parabienes en cada comentario que me haces. Y a mi, que me gusta ser agradecido, me sube el pavo hasta niveles que rozan la peligrosidad. Cabral fue, en esencia, un buen hombre que vivió como cantó y cantó lo que vivió y al que, como dice Sabina, por decir lo que pensaba sin pensar lo que decía, le metieron, dicen que por equivocación, ¡¡¡y un cuerno!!!, una ensalada de tiros. Un gusto recibirla amiga y, como siempre, la puerta está abierta. Un abrazo y perdona la tardanza en contestarte...
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